jueves, 11 de diciembre de 2008

Breve resumen del casamiento civil. Reflexiones.

Lo mejor de ese día fue que vino Fernando, el tío de Milton, desde España, sin avisarnos que iba a llegar ese día. Fue genial la sorpresa de Milton, que casi no podía reaccionar al principio.

Lo peor fue que casi llegamos tarde por culpa de Macri que había cortado varias calles para "arreglarlas" cuando ni siquiera estaban rotas, y nos habíamos tomado un taxi, tuvimos que bajarnos, correr, tomarnos otro, y llegamos justo sobre la hora en que teníamos que llegar. Nos casábamos 11.30 y llegamos exactamente a las 11.30 hs.

Mis reflexiones son sobre el casamiento en civil. Lo cierto es que al ser más íntimo, lo disfruté bastante, y tuve ocasión de emocionarme porque los testigos (Macarena, la hermana de Milton, y Esteban, mi hermano menor) dijeron unas palabras a instancias de la jueza de paz.

Para mí está mal que a los homosexuales se les niegue la posibilidad de tener un régimen ganancial si ellos así lo desean. Después de todo, el fundamento del régimen de bienes ganancial es básicamente el hecho de que ambos cónyuges realizan un esfuerzo compartido, y que así como les corresponden a ambos las cargas económicas, les deben corresponder a ambos los provechos económicos que logren mientras dura el matrimonio.

En cuanto a adoptar, la verdad es que si prueban que están aptos para criar un hijo, les pueden brindar un hogar y amor de padres, no tendría que negárseles adoptar del mismo modo que un matrimonio de hombre y mujer. Aunque hoy en día los solteros pueden adoptar, no sé si en la práctica los tribunales los consideran a la hora de repartir a los nenes. Suena feo, lo de "repartir a los nenes", pero ¿no es eso lo que hacen?

La religión y los fundamentalistas religiosos pueden negarse bajo la premisa de que el matrimonio es sagrado y que sólo Dios une, y que "hombre y mujer los creó", etc. Pero yo no hablo del sacramento del matrimonio. Obviamente que el sacramento cae bajo la esfera de lo moral. Yo no me juzgo apta para señalar a nadie con el dedo y menos a una pareja de homosexuales que tal vez estén más cerca de Dios que yo misma. Cuando digo que los homosexuales deberían poder casarse me refiero al casamiento civil. Tendría que existir protección legal para estas personas. El derecho es, antes que nada, regulador de conductas. No debe anteponer las ideologías a su tarea principal que es regular conductas. Pongamos un ejemplo evidente: matar es malo, para la ideología imperante. Sin embargo, no por eso el derecho deja de regular la conducta "matar". En el código penal establece penas para el que lo haga, y agravantes también. Aunque sea malo, existe, y por ende, debe regularse.

Si la ideología imperante considera malo que los homosexuales contraigan matrimonio, eso no va a hacer que los homosexuales dejen de existir ni dejen de irse a vivir juntos cuando así lo deseen. Si existe, debe regularse. En especial, en este caso, en el que el "perjuicio" a la sociedad es inexistente: los homosexuales, ¿disminuyen los ingresos del estado?, ¿atentan contra la salud pública?, ¿contaminan el medio ambiente?, ¿pervierten la moral de la juventud? No. Tinelli pervierte más a la juventud que los homosexuales, señoras y señores.

Sin regular esta conducta, no se beneficia a la sociedad tampoco, porque ¿tenemos superávit por no regularla?, ¿reducimos el smog?, ¿incentivamos la producción de las pymes?, ¿protegemos a la juventud de la perversión moral? ¡No! Y el regularla, efectivamente, no va a transformarnos a todos en homosexuales. Basta de homofobia, por favor. No soluciona nada.

La firma de Milton

Ahí perfeccionaba el acto Milton, estampando su firma ológrafa.

Firmando el acta


Ahí estoy estampando la firma. Un momento histórico.

Mi hermano me hace llorar

Ya ni me acuerdo qué dijo, pero había mucho amor en esas palabras que supo elegir. Obviamente, yo, que había logrado contener a las cataratas del Iguazú hasta ese momento, perdí la batalla contra las fuerzas de la naturaleza. Mujer casada = 0, Llanto emotivo = 1.

Manicura perfecta para la gran ocasión



Obviamente, me anticipé a los hechos. Imaginen qué foto horrible hubiese resultado con las manos llenas de pellejitos y largos desiguales en las uñas.

Qué bombón


Ahí está, mi marido. Tengo buen gusto, es innegable.

Es oficial

Se supone que ése es el Libro de actas. Allí asentaron... mal... mi domicilio. Pero cuando pedí que lo rectificaran, me dijeron amablemente que no era tan importante ese dato. Así que ahí tienen: un caso más en que la verdad material ha cedido frente a la burocracia inepta.

Llegando al Registro Civil


Nuestro estado civil aun era "solteros". Pronto cambiaría.

martes, 2 de diciembre de 2008

Finale au silence

Hola...

Estoy contenta de estar finalmente escribiendo en mi blog, por más que esté en un locutorio abismal en el que no hay luz del sol ni sillas con respaldo sino unas banquetas ínfimas que apenas si pueden llamarse "asientos".

Comento que la lluvia del viernes 28 de noviembre me robó la posibilidad de tener Internet instalado en casa. ( ¿Vieron que hay gente que le dice "la internet"? Para mí es "linternet", ni siquiera me atrevería a darle un género masculino. Pero en este idioma castellano -me niego a decirle español por principios- no existen los sustantivos neutros -¿por qué no, si son tan útiles?- así que o bien es "El internet" o "La internet", y yo no sabría qué género adjudicarle).

Tengo que esperar a mañana miércoles 3 de diciembre a que vengan los técnicos del cable. Y entonces ya estaremos listos, mi marido y yo.

Sí, ya ocurrió el gran evento del cambio de estado civil; ya no soy más doña rosita la soltera y el lenguaje de las flores se me olvidó. La verdad es que la ceremonia fue hermosa; y muy divertida también gracias al sacerdote extranjero que no sabía decir el nombre de mi esposo y decía, todo el tiempo, "Miltón" en vez de acentuar la primera sílaba. Y no satisfecho con ese cambio, le agregó el pronunciar la "t" casi como una "ch". Pueden imaginar las risas de todos los que conocíamos a "Miltón" desde antes. Inclusive el mismísimo "miltón" tuvo que reírse con el cambio ya que ¿qué otra opción le quedaba? ¿Matar al cura hindú?

Porque ésa era otra: era hindú el buen hombre y había que explicarle todo puesto que su castellano no era el mejor de los castellanos sino que tambaleaba en varias oportunidades en el uso del idioma.

Obviamente como no es mi casa no puedo postear ninguna foto pero he recibido muchos cumplidos referentes a mi atuendo, peinado, maquillaje, etc y por ende puedo decir con tranquilidad que me veía bien. Ya lo podrán corroborar cuando vean la prueba documental.

Fue re lindo que venga Vani, mi amiga de la infancia... después de eso, no respondió más mis mails pero sospecho que tuvo que ver (Vani, en realidad lo sospecho, jajajaj) con el hecho de que el alcohol no le sentó bien y le da vergüenza ese hecho. No te preocupes, no es motivo de oprobio, hoy en día somos todos mucho más abiertos mentalmente aunque queden sueltos algunos dinosaurios que sostengan que "si la mujer está pasada de copas queda peor que un hombre".

A los machistas inveterados les recuerdo lo siguiente: que los hombres, consuetudinariamente, se hayan acostumbrado a excusarse de su propia imbecilidad, no los hace menos papeloneros que a las mujeres que beben un poco de más al igual que ellos.

Si la sociedad es permisiva con esos grandulotes pelotudos que no tienen autocontrol, no debería reprimir a las mujeres por el mismo comportamiento. Es igual de malo si lo hace un hombre y es igual de lastimero y penoso el hombre que hace el ridículo, que la mujer en la misma situación.

Así que habiendo expresado mi opinión, me despido de mis fieles amigos y o lectores de países distantes.

En algún momento de esta semana estaré subiendo al blog las... ¡fotos del casamiento! y las... ¡fotos de la luna de miel!

Chau chau

miércoles, 1 de octubre de 2008

Demasiado silencio es malo

Acá estoy, en la casa de mi suegra. Mi computadora ist kaput. Eso significa que sirve para poco más que juntapolvo.

Sí, es un cacharro anti-limpieza, nada más. El enemigo de los Guardapolvos Verdes. Ojo, no confundirlos con los Teen Titans o nada de eso.

Si fuera una de esas personas sabelotodos diría algo así como: "Tiene la fuente quemada" o "el mother (¿el mother o la mother?) no funca", etc, etc, pero no soy tan chanta como para fingir. Lo cierto es que si la prendo, a los pocos minutos se apaga sola o lo que es peor, se queda la pantalla congelada en una imagen y empieza a hacer un ruido espantoso que parece que está a punto de parir uno de esos bichos de la película de Alien, el 8° pasajero.

Qué tristeza. No tengo compu, ni conexión a Internet: ¿para qué tenerla si no tenés computadora? La di de baja a la conexión. Fibertel supuestamente iba a tocarme el timbre (Fibertel también suena a superhéroe, o anti héroe al igual que el Juntapolvo y el Escuadrón de los Guardapolvos Verdes) y retirar el aparatejo negro que sirve para enviar ida y vuelta esos gnomos que llaman "señal". Pero Fibertel debe de estar más ocupado en tocarse a sí mismo o alguna otra cosa interesante así que no vino a buscar el transporte mágico para los gnomos de la información. Y ya que estaba, di de baja el cable porque la verdad es que mi magro sueldo no alcanza ni para pagar el cable, con esta suba de precios. La buena noticia es que el señor Cablevisión es re pajero y no les impidió a los gnomos que sigan visitando mi caja boba para traerme sorpresitas y lavarme el cerebro.

Oh, creo que acabo de hacer un descubrimiento que alterará mi vida: Cablevisión en realidad no es bueno. ¡Lo que quiere es que yo no piense, por eso sigue enviando a los gnomos!

Así, en vez de leer a Simone de Beauvoir, miré dos veces la peli de Will Smith en la que hace de consejero sentimental y se enamora de la chica latina y malosa. Así, en vez de escribir, miré la serie de Betty la fea (a quién engaño... ni yo puedo tolerar eso, pero a Will Smith le perdono que haga peliculas banales porque me parece lindo con sus orejas de elefante).

En definitiva: extraño la computadora. Y cuando ha pasado tanto tiempo sin que yo haya despuntado el vicio de escribir, me pasan estas cosas: me pongo a escribir sin ton ni son.

Otras cosas maravillosas me han estado pasando, pero no es éste un momento apropiado para contarlo. El humor es jocoso y no me siento preparada con el cansancio que tengo a cuestas para remontar un cambio de clima.

Dentro de un mes y seis días (en cuenta regresiva) me estaré casando, de celeste hielo, en la iglesia. Que Dios me ayude a hacerlo bien, lo de ser esposa. Así que ya narraré también esos acontecimientos extraños.

A mis lectores devotos: gracias. Su fidelidad es grande. A veces siento que tienen problemas mentales, pero bienvenidos al club.

Gut! Auf wiedersehen!

viernes, 1 de agosto de 2008

Grandes Insultos

1. "Qué sorete que sos".
2. "Hijo/a de re mil putas"
3. "Sos más feo que el culo peludo de [insertar nombre de amigo/ familiar con culo peludo]"

Ya me inspiraré más. Los dejo, ésta es una tarea hercúlea.

Intitulado

Busqué,
como un ingenuo más,
ese abracadabra
que diera fin
a todos los reveses
que inventamos juntos.

En esas tardes de domingo
en las cuales
los viejos taladros
dormían sus siestas,
vos y yo
huíamos juntos
rodando como piedras
sobre nuestras tentaciones.

Las hamacas de tu patio
sonreían con crujidos
y fingían menesteres,
en esas tardes.

¿Te acordás?

Pero ahora,
cuando quiero
encontrar tu esencia,
sólo veo datos

y me encojo, enlutado,
mientras me voy alejando.

Aquellas tardes
se esfuman como cataratas verdes
y tus reproches
se resquebrajan como fruta vieja.

Ahora, que quiero
recordar tu nombre,
sólo encuentro un dato

y me arrugo, envejecido,
mientras me voy alejando.

lunes, 21 de julio de 2008

Pobres chorlitos


Pobres chorlitos... no entiendo por qué los insultamos relacionando sus cabecitas con la de los estúpidos humanos.
Esta entrada surgió a raíz de mi deseo de ver un chorlito después de traducir la poesía de Alfred Tennyson que decía en uno de sus versos: "deja que el chorlito sea el que llore".
Mírenlo, es lindísimo. A partir de ahora prometo no decirle a nadie que es un cabeza de chorlito. No me resulta un insulto para nada. Más bien siento pena por mí misma y por todos los otros como yo que viven entre paredes de cemento y nunca vieron uno. El insulto tendría que ser "cabeza de pelotudo antinatural" o "cabeza de alienado estúpido", pero no "cabeza de chorlito".
Ya está. De ahora en más, quedó afuera de mi lista de insultos.
(Se escucha ruido de grillos frotándose las piernas)
¡Un momento! ¡No tengo una lista! Ya me puse a prepararla. Será lo próximo que lean.

sábado, 19 de julio de 2008

Alfred Tennyson

No vengas, cuando esté muerto
a derramar tus tontas lágrimas sobre mi tumba
a pisotear alrededor de mi cabeza caída,
o a molestar al infeliz polvo que no guardarías.
Deja que el viento se lo lleve consigo
y que el chorlito sea el que llore;
pero vos, seguí adelante.

Niña, si hubiese sido tuyo el error o el crimen
ya no me importa, estando impuro:
casate con quien quieras,
pero yo estoy enfermo de tiempo,
y deseo descansar.
Muere, corazón débil
y dejame aquí donde yazgo.
Seguí adelante. Seguí de largo.

jueves, 10 de julio de 2008

La total y absoluta verdad sobre la escatología

No voy a hablar sobre el fin de los tiempos. Es un tema interesante, supongo, para ciertos creyentes... pero para mí no, al menos no todavía.

"Escatología" Quiere decir "fin de los tiempos" ¿No es así? Sí, es así. Pero también sucede que "escatología" también significa "burdo, relativo a las funciones corporales". O sea, escatológico es "mover el vientre", el "tránsito lento" que tan de moda se ha puesto gracias a Activia, el inocente "hacer caca" de los nenes, el simple verbo "cagar" que por alguna razón no es fino, el eufemismo "ir al baño", "mover el intestino", "echarse un garco", "ir de cuerpo"... creo que basta por ahora con los sinónimos que di.

Es gracioso que la misma palabra signifique "fin de los tiempos" y "cagar". El inconsciente colectivo los confunde, tal vez (y sólo es suposición mía) porque hay veces en las que uno caga y en realidad parece que el mundo se acaba ahí mismo. Un amigo mío comentaría acerca de esas ocasiones sólo con una palabra: "Jodido".

Y sí, esas veces son complicadas. Quién no lo vivió. Es realmente el fin de los tiempos, o al menos durante esos sesenta segundos que parecen décadas en los que uno suda frío y se retuerce del dolor, el fin de los tiempos es apenas un inconveniente menor comparado a ese momento espantoso.

Hace muy poco le sucedió algo escatológico en el baño a una compañera mía de trabajo. Yo me estaba preparando para hacer mi asunto (eufemismo de que tenía que cagar); no voy a detallar qué es prepararme, pero sepan (y que les baste saber esto) que no tiene que ver con Yoga sino con que no hay bidet.

En el baño de mi trabajo no hay donde esconderse: hay tres inodoros y están separados por un durlock que ni siquiera va de piso a techo. Ahí no hay modo de disimular ningún ruido ni ningún olor.

Un hombre pensaría probablemente: "¿para qué querés disimular?". Pero el varón en su simpleza esencial no comprendería jamás que a una mujer le da vergüenza su propia mierda.
No, corrijo: a una mujer le da vergüenza que otras personas sepan que ella está cagando mientras lo está haciendo.

El tema de ir al baño es casi un tabú para muchas mujeres. Incluso, a mí me llevó cinco años el poder sentarme a cagar en frente de mi novio, mientras que él pudo hacerlo al poco tiempo de salir conmigo. No recuerdo la primera vez que lo hizo, la verdad. Prefiero por otro lado recordar otros episodios de nuestro noviazgo, como nuestro primer beso y no la primera vez que cagó adelante de mí.

Está todo bien, todo el mundo sabe que las mujeres cagan y las mujeres saben que el mundo entero lo sabe, pero una cosa es comportarse como una Lady Di y fingir que eso de cagar es una minucia, una nada, una insignificancia... y otra muy distinta es experimentar un momento escatológico en un baño sin intimidad donde una compañera tuya de trabajo se está dando cuenta que la que caga y sufre sos vos.

Me dio mucha pena mi compañera. Se tiró montones de pedos (no pudo evitarlo, se ve), el sorete pionero hizo el ruido de "plop" mientras caía al agua del inodoro, y los restantes se alternaron con pedos y "plops" casi como un ballet. A mí me daba pena porque yo había logrado hacer exactamente lo mismo que ella (o sea, cagar; me obligo a decirlo) pero sin el ballet (es decir que había podido mantener una porción intacta de mi calidad de lady mientras que ella había quedado totalmente despojada de ella). Incluso tardé más en terminar, pero fui una especie de "Kaizer Soze" mientras duró. Eficiente. Rápida. Silenciosa. Tiré la cadena y salí del baño como un agente secreto del arte milenario de cagar.

Ella seguía allí. Se había lavado las manos y ahora estaba cepillándose los dientes. Me dijo "Disculpame, Andrea, pero estoy con una descompostura muy fuerte". Yo le dije "No tenés por qué disculparte. No sé por qué a las mujeres nos da tanta vergüenza ir al baño, pero te entiendo porque me pasa lo mismo". Tuve la tentación de confesar que yo había hecho lo mismo que ella pero... Dios mío, ¡me dio vergüenza! ¡Una dama no habla de su mierda, si lo hace es porque está gagá y tiene problemas de constipación! Me contuve, no podía echar a perder a la "Gran Movida Kaizer Soze" que había logrado. Ella me respondió "Tenés razón, pero a mí me da vergüenza, no puedo evitarlo". Y yo entonces le dije "Pero es algo natural, somos unas tontas en esto". Ella asintió, y dijo "Sí, además, es algo natural en un baño. Uno va al baño para eso". Y después dijo algo más como que estaba muy descompuesta y que no sabía si podría aguantarse en la reunión.

A mí me causó gracia al principio, pero después me horroricé. ¿Quién enseñó a las mujeres a ser así? ¿Nuestras madres? ¿La pacatería es algo que se hereda, como el color de ojos o los rulos? ¿Hay alguna sociedad secreta destinada a perpetuar la cultura femenina de la vergüenza?

Juro que al día de hoy sigo preguntándomelo. No tengo respuestas, apenas si tengo un compromiso asumido por concientizar a las mujeres del mundo a ser menos vergonzosas con su mierda. No digo que la amen, pero tampoco actúen como si estuviera mal que exista... por favor. No me dejen sola.

Obituario

Ella camina por la noche eterna,
y los sabuesos del invierno la siguen.

Es fácil recordar mi amor por ella.

Los sabuesos del invierno
se están acercando.
Y es difícil saber
si no soy uno más entre todos ellos.

Ella baila sola en el círculo,
y de repente, tras sus pasos,
la tierra seca cede el paso
al verdor explosivo.

La sostengo entre los aires,
arriba de la distancia,
y veo el cañón que la señala.

Ella se desgarra.

Los sabuesos del invierno
se deleitan sobre su carne.

Y una lágrima de barro
se adhiere a mis zapatos
mientras me alejo,

muerto en vida,
roto, sucio,

avergonzado,

de sus despojos tristes.

domingo, 6 de julio de 2008

Hoy es un buen día para bloggear

Hola. No sé a quién saludo porque no conozco a nadie que lea mi blog asiduamente; es más, si supiera que alguien lo lee asiduamente, me censuraría mucho más y no diría ni la mitad de las cosas que digo.

El grato oficio de escribir sin censura desaparecería y me transformaría en una oficinista administrativa del blog escribiendo cosas como: "Tragedia en Hurlingham. Descubrieron que no vivo allí. Los vecinos lloran desconsolados, pensaban que era un ángel y mi presencia en el barrio se les hacía algo así como un roce de lo celestial, por la foto de mi perfil que los engañó arteramente."

Por qué no, esas bien podrían ser las palabras de una oficinista administrativa del blog. Los que trabajan en una oficina y tienen alma de artista o al menos un ápice de sentido común y vuelo intelectual saben que la chatura de una oficina rompe todas las ligazones cerebrales y lleva a una desesperación casi lírica y surrealista respecto de la cual un cadáver exquisito es un poroto en comparación.

En fin. Hola. Hoy es un buen día para bloggear porque mi novio se fue al club de rol. Me dejó la casa para mí sola y para mi gata también, pero ella no es obstáculo para el bloggeo. Para que yo bloggee (me siento abonada a la lengua cada vez que hago un neologismo barato y evidente como "bloggear") tienen que darse ciertas condiciones: 1. Tranquilidad budista; 2. Cansancio Intelectual: ocurre cuando previamente estuve escribiendo mi novela que es algo así como un "mostro" épico al cual ataco y ataco y nunca venzo (para vencerlo tendría que haberla terminado, y aunque recientemente gané una batalla importantísima, marcando un hito en la lucha, que fue terminar el primer tomo, todavía no llegué ni a la mitad de la historia); 3. Cansancio Manual: ocurre cuando acabo de estar tejiendo mucho en crochet y quiero descansar (sí, soy uno de esos especímenes extraños de chicas que no son del interior y saben tejer. Es más, creo que existo para afirmar la existencia de las otras citadinas que no saben hacerlo y necesitan un referente porque de otro modo se confundirían y empezarían a dar vueltas sobre el mismo lugar y a gritar desesperadas. Son las que cuando quieren una bufanda tejida a mano se dan cuenta de que tienen que trabajar como esclavas para poder pagar los 200 pesos que cobran las casas como Akiabara por las bufandas tejidas a mano. Ni hablemos de los pulóveres tejidos a mano. De todos modos, terminan haciendo precisamente eso que es pagar 200 pesos cuando se dan cuenta de que los especímenes como yo les enseñaríamos a tejer pero nunca tejeríamos para ellas. Jamás tejería para una inepta del tejido. Sí tejo para ineptos del tejido pero porque son hombres importantes de mi vida y ellos jamás serían tan estúpidos para pagar 200 pesos por tener una bufanda tejida a mano).

Voy a explayarme sobre la tranquilidad budista. Mi novio es un lector, no un escritor. A su vez, es un pintor y dibujante, mientras yo soy una contempladora. Bien... él hace una transpolación de lo que sucede con su proceso creativo hacia el mío propio, y piensa que ya que él puede crear mientras me habla y escucha música y toma mate que yo cebo mientras tejo o hago alguna otra actividad no de escritura propiamente dicha en mi tiempo libre... yo también tendría que poder escribir mientras suena la música, él me habla, y no me ceba ningún mate porque se distrae con otras cosas.

¡Error! Lamentablemente para escribir, incluso esta pavada, preciso un silencio continuo. Ni música (porque cuando cantan me tildo escuchando la letra y cantándola yo también si la sé), ni charla, ni cebada de mate. No señor. Tranquilidad budista. Si incluso me molesta ir al baño cuando escribo. Como ahora que me estoy conteniendo el pis para terminar el párrafo, qué vergüenza.

Adiós.

domingo, 8 de junio de 2008

El hombre también es un animal

Hagamos campaña, señoras y señores, por el horror de las curtiembres. Hagamos campañas contra las granjas curtiembres chinas que les sacan la piel a los animales cuando aun están vivos y no les obsequian con el más mínimo acto de bondad mientras viven.

Ahora... antes de decir, "¡Sí, hagámoslo!", detengámonos a pensar por un segundo por qué habríamos de hacerlo. Voy a dar un par de razones a favor y algunas en contra, para luego llegar a la conclusión final.

Quitarles la piel a los animales les hace daño, los animales no pueden seguir con vida luego de que se les quitó la piel. Seguramente el ser humano puede usar otros materiales para abrigarse o hacer objetos decorativos que no provengan del sufrimiento de un ser vivo.

Quitarles la piel mientras aun están vivos parece una crueldad innecesaria. Seguramente se les podría matar al menos antes de hacerlo.

Seguramente el matar animales indiscriminadamente puede causar un impacto ambiental en la zona si no se cuida adecuadamente el tratamiento de los residuos. Y si se hace sin control, puede disminuir la población animal de la especie, como creo que sucedió en el caso de las nutrias.

Ahí termina mi lista de razones por las cuales se debe hacer campaña para detener a los que poseen curtiembres.

En cuanto a los argumentos en contra, se puede decir, en primer lugar, que hacer campañas implica una dedicación de dinero, tiempo y esfuerzo muy grande. Esto de por sí no es una objeción. Hay razones por las que resulta conveniente hacerlo, así que una razón más fuerte que esta debe ser puesta como argumento en contra. Y bien, hela aquí: el maltrato de los animales es secundario y cede frente a las necesidades del ser humano. El ser humano es la cúspide de la creación, es el último ser creado por Dios y pensado a imagen y semejanza de Él. El mundo le fue dado a servicio suyo. Seguramente maltratar la creación es una falta de respeto hacia Dios, ya que el hombre actúa pensando que es el dueño absoluto y que eso le da derecho a destruir incluso aquello que es de él, sin razonar que en algún momento deberá rendir cuentas a Dios por lo que ha hecho del mundo. Sin embargo, a pesar de la gravedad del pecado hacia el mundo natural, el cual en última instancia es un pecado hacia Dios, porque es un pecado de soberbia y codicia desmedida (soberbia por creerse dueño absoluto en vez de usufructuario y codicia por no contentarse con usar del mundo con medida y prudencia sino queriéndolo todo), reitero, a pesar de la gravedad del pecado contra el mundo natural, existe otro pecado aun más grande, que es el pecado contra otro ser humano, porque si recuerdo bien el evangelio, debo recordar que en todos los enfermos, pobres, y humildes está Cristo que es Dios. Y este pecado contra otro ser humano es gravísimo. Porque todo pecado me aleja de Dios, pero algunos me alejan más que otros. Y darle la espalda al que sufre, al que está solo o enfermo o es pobre es más grave que lastimar a un animal. Porque ningún animal es imagen y semejanza de Dios, excepto el hombre.

En vista de los argumentos expuestos, digo que hagamos campaña contra las granjas de pieles. Pero no pensemos que con eso terminamos de luchar por lo que está mal en el mundo. Y si vamos a gastar energía y tiempo y dinero en hacer una campaña... ¿No es mejor una a favor de que terminen las guerras? ¿O una campaña para que ya no haya más pobres? Claro, me olvido de que estas campañas ya existen. Entonces, ¿por qué no promuevo todas, en vez de promover solamente las campañas pro bienestar animal? Después de todo, amigos amantes de los animales, recuerden que el hombre también es uno.

miércoles, 21 de mayo de 2008

Infancia

¿Por qué será que los recuerdos de infancia son tan fragmentados? A menudo me río de mí misma por las cosas absurdas que recuerdo... me acuerdo de unos zapatos rojos de taco que tenía cuando era chica, que habían sido de mi mamá y que eran para ¡bailar flamenco! Me encantaban, porque eran mi pasaporte seguro al mundo de los adultos: ¿Quién vio alguna vez zapatitos de taco alto para nenas? Era muy de adulto, eso de usar tacos altos. Cuando yo era chica, al menos. No sé si la moda para niños ahora incluye los tacones, ya hoy en día se puede esperar casi cualquier cosa.

Tenía un casette de María Elena Walsh y cantaba las canciones casi todos los días, y las bailaba. Otro de mis tesoros eran unos lápices de labios de muestra que habían sido de mis tías abuelas, y un anillo con espejo.

¿Ridiculeces? No creo. El mundo de la infancia es mágico, porque admite todo como importante.

sábado, 10 de mayo de 2008

Los líos de Benedicto

Entre mis "papeles" encontré esto. ¿Se acuerdan del escándalo que se armó por lo que dijo Benedicto XVI en la universidad de Teología no-se-cuál de Alemania? Sí, esas palabras que casi generan una guerra entre los cristianos y los musulmanes... Encontré una reflexión mía de esa época y sobre este tema.

Voy a compartirla con uds:

Este mes alocado, septiembre, ha dado al mundo más de una sorpresa. Desde el desafortunado atentado a las Torres Gemelas, hasta los menos afortunados dichos de nuestro Rottweiler cosecha 1927, Benedicto XVI, muchas otras cosas importantes sucedieron en septiembre. Como por ejemplo, el nacimiento de Manuel Mujica Lainez, el 11 de Septiembre de 1910.

Sin embargo, para continuar mi tradición de hablar sobre Benedicto (a quien le escribí un mail para hacerle pedidos varios, mail que no respondió ni siquiera de modo automático, diciendo “Dios te bendiga y te dé la gracia” o algo por el estilo, muy fácil de implementar), quiero comentar sobre los sucesos que desembocaron en el gran quilombo que la prensa tanto se regodea en comentar.

Sí, quiero comentar el discurso que hizo en Alemania, en la universidad de Regensburg, el día 12 de septiembre de 2006. Antes que nada, voy a proveer el link de su discurso completo, el cual, lamentablemente, sólo tiene versiones en inglés, alemán e italiano. Éste es en inglés:

http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/speeches/2006/september/documents/hf_ben-xvi_spe_20060912_university-regensburg_en.html

Leí sobre este tema por primera vez en el diario Le Monde, el 14 de septiembre. Luego, el sábado 16, volví a leer nuevamente sobre el tema en el diario clarín, y el día de hoy, 18 de septiembre, también lo hice. En el diario inglés “The Guardian”, y en “The New York Times”. En todos los diarios se decía que las palabras usadas por el papa habían causado indignación en el mundo musulmán. Le Monde sostuvo que el discurso de Benedicto (muy filosófico, como lo calificó) sobre la fe y la razón, “había implícitamente denunciado la relación del Islam con la violencia, y su carencia de vínculo con la razón, contrariamente, según él, al cristianismo”. (El artículo se llama “Emoi dans le monde musulman après les propos de Benoît XVI sur l’islam”, de fecha citada previamente). Al leer esto, suspiré, y negué tristemente con la cabeza. La prudencia de este hombre, pensé, se había ido de paseo cuando hizo semejante discurso.

Pero luego el sábado volví a leer en el diario clarín un artículo sobre el tema, que decía más o menos lo mismo. Lo llamativo, pensé, fue que ninguno de los dos diarios se había tomado el trabajo de citar textualmente el discurso, en ambos había una paráfrasis que viniendo de parte de medios masivos de comunicación, me resultaba por sí sospechosa. ¿Y si las palabras de Benedicto no eran tan chocantes como las pintaban ellos? ¿Y si era una difamación al pobre hombre, una interpretación que desvirtuaba y sacaba de contexto lo que él había dicho? Tenía que juzgar por mí misma: tenía que leer las palabras exactas de Benedicto. Así que emprendí una búsqueda de Google para hallarlas, pero Google me decepcionó. Encontré muchos artículos sobre el tema, pero ningún link al discurso directamente.

Casi me había rendido, luego de bucear media hora a través de las mareas de resultados irrelevantes, cuando se me ocurrió buscar en la página de la Santa Sede. Dentro de ella, tardé aproximadamente dos minutos en encontrar el discurso. Sintiéndome realmente astuta, procedí a leerlo.

Las palabras tan polémicas fueron, en su versión en inglés, las siguientes (no se preocupen, luego las traduciré al castellano): “… In the seventh conversation (*4V8,>4H - controversy) edited by Professor Khoury, the emperor touches on the theme of the holy war. The emperor must have known that surah 2, 256 reads: "There is no compulsion in religion". According to the experts, this is one of the suras of the early period, when Mohammed was still powerless and under threat. But naturally the emperor also knew the instructions, developed later and recorded in the Qur'an, concerning holy war. Without descending to details, such as the difference in treatment accorded to those who have the "Book" and the "infidels", he addresses his interlocutor with a startling brusqueness on the central question about the relationship between religion and violence in general, saying: "Show me just what Mohammed brought that was new, and there you will find things only evil and inhuman, such as his command to spread by the sword the faith he preached". The emperor, after having expressed himself so forcefully, goes on to explain in detail the reasons why spreading the faith through violence is something unreasonable. Violence is incompatible with the nature of God and the nature of the soul. "God", he says, "is not pleased by blood - and not acting reasonably (F×< 8`(T) is contrary to God's nature. Faith is born of the soul, not the body. Whoever would lead someone to faith needs the ability to speak well and to reason properly, without violence and threats... To convince a reasonable soul, one does not need a strong arm, or weapons of any kind, or any other means of threatening a person with death...". (…)”

Traducción:
“…En la séptima conversación, editada por el profesor Khoury, el emperador aborda el tema de la guerra santa. El Emperador debe haber sabido que el surah 2, 256 dice: “No hay compulsión en la religión”. De acuerdo a los expertos, éste es uno de los surahs del primer período, cuando Mahoma no tenía poder y estaba bajo amenaza. Pero naturalmente el Emperador también conocía las instrucciones desarrolladas luego y recogidas en el Corán que conciernen a la guerra santa. Sin ahondar en detalles, tales como la diferencia de tratamiento acordada a aquellos que tienen “el Libro” y los “infieles”, se dirige a su interlocutor con una brusquedad llamativa sobre la relación entre la religión y la violencia en general, diciendo: “Sólo muéstrame qué trajo Mahoma que fuera nuevo, y encontrarás allí cosas únicamente malignas e inhumanas, como su orden de propagar por medio de la espada la fe que predicaba.” El emperador, luego de haberse expresado con tanta fuerza, continua explicando en detalle las razones por las que es irrazonable propagar la fe a través de la violencia. La violencia es incompatible con la naturaleza de Dios y la naturaleza del alma. “Dios”, dice, “no se complace en la sangre – y no actuar razonablemente es contrario a la naturaleza divina. La fe nace del alma, no del cuerpo. Quien quiera guiar a alguien hacia la fe necesita la habilidad de hablar bien y razonar con propiedad, sin violencia y amenazas… Para convencer a un alma razonable, no se necesita un brazo fuerte, ni armas de ningún tipo, ni ningún otro modo de amenazar con la muerte…”

Primero, quiero decirle a nuestro Rottweiler, que podría haber dicho lo mismo sin citar al Emperador Manuel no-se-cuánto, y segundo, si lo quería citar, ¿por qué no dejó en claro, taxativamente y a prueba de malintencionados, que ésa no era su opinión?

Querido Benedicto, la prudencia es una de las virtudes cardinales, según nuestro Doctor Angélico (¿quién inventa estos apodos cuasi oficiales?) Santo Tomás de Aquino. Tal vez podrías releer la Summa para encontrar algunos consejos. Lo digo sin ánimos de ofender… nuestro mundo es tan violento y tan injusto. Mucha gente guarda en su pecho rencores que datan desde hace décadas, incluso siglos, por abusos sistemáticos de ciertos pueblos sobre otros, abusos que se hacen en nombre de ideales altruistas como la libertad, y la defensa de la democracia. Y que sólo dan como resultado miseria, injusticia, y explotación económica. En este escenario actual, es necesaria toda la prudencia que se pueda ejercitar. Especialmente para alguien que está en la posición de Vicario de Cristo.

sábado, 3 de mayo de 2008

Un cacho de cultura... gracias

Qué importante que es, realmente, que a Pampita se le haya "escapado" una teta mientras bailaba en el ¿certamen? de Bailando por un sueño.

Qué importante que aparezcan dignamente en televisión los ciegos bailando. No es morbo lo que nos lleva a mirarlo bailar, no: queremos darle un espacio de dignidad en nuestra sociedad, por eso lo miramos bailar.

Qué importante que aparezca Adriana Aguirre en el mismo programa cultural diciendo que ella es infiel a su marido porque él no la satisface y que el marido esté ahí, humillado ante la cámara.

Qué importante que reproduzcan estas declaraciones en un diario para que los que no vemos ese dechado de cultura televisiva nos podamos enterar de esos hechos tan importantes para la vida.

Qué bueno que los periodistas realmente nos informan de lo que tenemos que saber. Ellos son realmente concienzudos en sus reportes de la realidad. Contribuyen a la generalización de la cultura.

Es más importante eso que discutir sobre el tema de la falta de insumos en hospitales públicos, o la falta de calefacción en las escuelas públicas, o plantearnos seriamente si la democracia es buena. Porque todos aceptan que lo es, pero ¿alguien realmente discute por qué? Es que en realidad, todos esos temas no son tan cruciales, tan vitales como la teta de Pampita. Es la teta de un minón, que cuenta con el plus de estar amamantando: o sea que es la teta lechera de una sex symbol. No es cualquier teta.

Guarda, que sin haber visto a esa teta, hermano, te estás quedando afuera de lo real.

miércoles, 30 de abril de 2008

Meditaciones

¿Puedo evitar preguntarme sobre lo que es la realidad? ¿Puedo evitar preguntarme quién soy yo? ¿Sobre cuál es mi misión, mi destino?

Siempre pareciera que puedo reducir todo (la realidad) a mí mismo y a lo que me rodea. No quiero referirme a Dios como parte de ese todo, no aun. Aunque… me extraña que tengo el impulso de incluirlo en ese todo. Tal vez sean los siglos de cristianismo y la influencia de mi educación religiosa.

Pero… el mundo, ya de por sí, y mi propio interior y además de eso todo lo que puedo pensar… ¿no son por sí solos demasiado inmensos como para que además incluya a Dios? Porque yo descubro en mí, en la realidad y en lo que puedo pensar, una especie de algo, un quid, un carácter que tiene, que me pasma y asombra, un algo que no comprendo del todo pero que siento que está ahí. Lo percibo. Incluso puedo pensar ese quid, saber que existe y como sé que existe puedo pensarlo, pero no puedo comprenderlo. Y está ahí ese quid inexplicable, porque de otro modo, yo podría explicar todo. Podría explicar la realidad completamente. Y no puedo. Ese algo está ahí, existe, definitivamente, porque si no, no me haría preguntas respecto de él. Al intentar explicar todo acabadamente, me topo con ese quid.

Ese algo, ese quid, ese carácter que tiene lo real que me pasma y me asombra y no puedo comprender, podría llamarlo misterio. Lo real entonces se alza sobre mí por un lado comprensiblemente (hay cosas que puedo entender y puedo explicar como ¿qué es la lluvia?) y por el otro con un misterio (cosas que no puedo explicar cabalmente como ¿qué es la maldad?).

Recapitulando: si lo real tiene ese misterio, ese quid inmenso que no comprendo totalmente, entonces yo, al ser real, tendría que tenerlo también respecto de mí propio entendimiento. Porque ¿puedo decir que me comprendo a mí mismo? Sí, vivo conmigo mismo, veo que existo, siento que existo, pienso que existo, pero ¿puedo explicar por qué? ¿Entiendo por qué?

La pregunta de qué, qué son las cosas, que es lo real y que soy yo, me llevó a la pregunta del por qué.

Finalmente llegué a la pregunta del por qué. El qué me lleva al por qué, y el por qué ¿me lleva al para qué? Esto tendría que pensarlo, pero no ahora, tal vez más tarde.

Respondo al qué. ¿Qué es lo que existe? Yo. El mundo. Yo estoy en el mundo. Formo parte de él y el mundo a su vez me moldea, tiene efectos en mí, me hace reaccionar, pensar, sentir. Pero yo también formo al mundo, lo cambio, lo moldeo con mi pensamiento o con mis actos. ¿Cómo lo conozco a lo real? No quiero entrar en este tema aun. Es demasiado largo y complejo y aun no pensé lo suficiente respecto de ello.

¿Por qué existe lo real? El porqué es la razón, el motivo. Cuando me pregunto por eso, no puedo responderlo. No puedo decir qué sé el por qué, pero puedo decir que creo que es por éste o tal cual motivo.

¿Están de acuerdo?

lunes, 3 de marzo de 2008

Perfección


La obra de Dios es hermosa, ¿no?

domingo, 24 de febrero de 2008

Pipina descansando


Es la mejor propaganda de Pupa que podrá existir jamás.
Mi gata es lo más lindo que existe en mi mundo. Es caprichosa, pero lo compensa con creces con sus arranques de amor ronroneante.

jueves, 3 de enero de 2008

La ciudad bajo mis ojos

¿Por qué es tan trágica la visión de un cadáver animal sobre la vereda? ¿Por qué causa tanta impresión, y resulta tan grotesco, tan desagradable? Estaba con mi novio y caminábamos de la mano hacia la casa de su madre, cuando vi esos pequeños restos. Algo le había pasado a ese cuerpecito; algo, más allá de la muerte. Qué, no lo sé, pero era evidente que estaba carcomido, roído, y sus entrañas estaban a la vista. No sé qué animal era, la vida de ciudad me ha quitado ese conocimiento. Apenas sé sus nombres, pero no puedo unir el nombre con la cosa/el ente en sí. ¿Rata, ratón? Diría yo que era un ratón, pero a fuer de adivinar.

Qué vida tan rara, la del hombre de la ciudad industrial, de los conurbanos. Somos como fieras en jaulas de techos de acrílico, que dejan pasar el sol, pero nos agobian de todas formas. La ciudad nos roba cualquier contacto con la naturaleza, hasta que ésta, en una especie de rebelión a gritos y condenada al fracaso por lo efímera, nos lanza algún signo de advertencia, algún recordatorio de que estamos vivos y de que también tenemos instinto.

¿Sirven esos recordatorios? ¿A mí, me sirvió el cadáver para algo? No... la vida maniática sigue siendo la misma, yo sigo respirando y apresurándome para encerrarme en un cuarto distinto a aquél en el que duermo. Sigo comprando comida envuelta en plástico. Sigo escuchando bocinas y pisando el asfalto. Sigo alienándome y alejándome de mi humanidad cada vez más.

Relojes, horarios, cumplir. Sueldo, inflación, estrés. Encierro, trabajo, eternidad. No se refería Dios a esto cuando hablaba del sudor de mi frente. Si viviésemos una vida natural, y no esta construcción mecánica, falsa e hipócrita del capitalismo salvaje, descansaríamos cuando hubiese tormentas y se hiciera de noche en pleno día. Descansaríamos cuando oscurece, y en invierno trabajaríamos menos horas. Pero no. Porque no somos libres de elegir cómo vivir. Y por eso nos tenemos que doblegar. Bajamos la cabeza y dejamos que nos maneje la vida aquél que por alguna razón sin sentido tiene más dinero que nosotros (heredar dinero y por ende, poder, de un progenitor no es una razón que tenga sentido. En realidad, no hay ninguna razón que tenga sentido para que alguien tenga poder sobre las vidas de otras personas, a menos que lo use para el bien de ellas).

¿Por qué no rebelarnos, como la naturaleza? Porque si me rebelara, no cambiaría nada. Dos cosas podrían suceder: una, obligar a ése que tiene poder sobre mi vida a que deje de tenerlo por medio de la fuerza y generar una revolución de sangre y retribución y entonces yo sería el nuevo tirano; dos, si no usara la fuerza e intentara persuadirlo, él se negaría porque es un hecho que casi ningún ser humano que tiene dinero va a querer desprenderse siquiera de un poquito de él.