La búsqueda de raíces, de huesos enterrados en el campo de la psiquis. Personas que vivieron hace siglos y siglos en una tierra desconocida, hablando una lengua distinta, bien distinta, a la que me tocó hablar por nacimiento... Aprender su idioma es seguir las huellas de sus almas, de su manera de entender y explicar, y categorizar el mundo. Su manera de crear Palabra, de ser espejo de lo divino.
Así me embarco a los 42 años, buscando aprender hrvatski.
Mis otros ancestros son más accesibles, tal vez... Italianos, gallegos... Casi hablamos el mismo idioma, al compartir la raíz del latín. Pero el croata es eslavo y distinto. Veremos qué despierta en mí con el croata.