jueves, 27 de agosto de 2009
¿Y cómo no hablar del proyecto de ley de Radiodifusión?
Clarin.com, el amor de mi vida, ha escrito en el día de hoy (artículo sin firmar):
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner firmó, presentó públicamente y envió al Congreso el proyecto de ley de "Servicios de Comunicación Audiovisual" con el que el Gobierno pretende reemplazar la actual ley de radiodifusión. Lo hizo por cadena nacional y con un discurso en el que formuló fuertes críticas a los medios. Tras la dura derrota electoral de junio, el Ejecutivo está ejerciendo una fuerte presión para que el Congreso sancione la ley este año, antes de que se quede sin mayoría por el recambio de diciembre.El proyecto entró a la Cámara de Diputados cerca de las 19. Esta tarde seguía el trámite habitual y de la Secretaría Parlamentaria será dirigido a la comisión correspondiente.Esta mañana, antes que la Presidenta, había hablado el interventor del COMFER, Gabriel Mariotto, quien, entre otras cosas, se había preguntado por qué ningún gobierno había presentado un proyecto de estas características en 26 años. La Presidenta le respondió que porque "había un suprapoder" conformado por "otros poderes, sutiles y no tanto que tienen la suficiente fuerza para imponer (sus pretensiones) en los tres poderes (el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial) a partir de la presión". Sin nombrarlo, la presidenta aludió constantemente al Grupo Clarín."Conceptos como libertad de expresión, libertad de prensa y derecho a la información deben ser concebidos e interpretados en sus correcta interpretación. Libertad de expresión no puede convertirse en libertad de extorsión. Libertad de prensa no puede ser confundida con la libertad de los propietarios de la prensa. Y derecho a la información significa el derecho a toda la información, no al ocultamiento de una parte o a la distorsión y la manipulación de la otra parte", se quejó la mandataria.Con el liderazgo del ex presidente Néstor Kirchner, el oficialismo libra desde hace meses una cruzada casi personal contra Clarín y otros medios independientes. En los últimos días se sumaron una serie de pintadas, panfletos y ataques a oficinas de Clarín.Los dardos de Cristina contra los medios no terminaron ahí. Contra la evidencia de que el término de "superpoderes" fue acuñado en los '90, la Presidenta sostuvo que la prensa "ha hablado desde 2003 de Gobierno con superpoderes" y no antes. Y aseguró que fue así porque en los '90 esos superpoderes "no se ejercían a favor de la sociedad sino en privatizaciones y para bajar sueldos" y que, en cambio, "se empezó a hablar cuando esas facultades empezaron a usarse a favor de la sociedad, a favor del pueblo".La mandataria, que dedicó la ley a "los periodistas detenidos desaparecidos durante la dictadura" también dijo que es necesario actualizar la ley porque la actual es de una época en lo que lo más moderno "era el fax". Y destacó que el texto prevé que las frecuencias radioeléctricas se dividan en partes iguales para empresas comerciales, el Estado y organizaciones no gubernamentales como universidades, sindicatos, iglesias y cooperativas.Atrás de esta idea, de la que el Gobierno se encargó de resaltar que fue aplaudida por el relator especial de la ONU para la libertad de expresión, y de la obligación a los medios de renovar las licencias cada dos años, una buena parte de la oposición sospecha que se esconde la intención de que las frecuencias radioeléctricas terminen en manos de amigos del Ejecutivo.Consciente de que el proyecto seguramente tendrá un duro debate en el Congreso, la Presidenta les envió un mensaje a sus legisladores. "Creo que esta ley va a poner a prueba a la democracia argentina y la capacidad del Parlamento. Creo que hemos adquirido la madurez institucional para poder decidir a favor de los intereses del colectivo social", expresó. Antes que ella, Mariotto había esbozado una idea similar al sostener que los foros mayormente oficialistas en los que se discutió la ley debían ser "un respaldo para que cuando los legisladores reciban las presiones tengan un pueblo atrás que los esté sosteniendo".Como hizo en La Plata cuando lanzó el anteproyecto, el Gobierno invitó al acto de presentación a embajadores, gobernadores, legisladores, representantes de distintas iglesias, de medios de comunicación, la CGT y la CTA.A nivel internacional, el proyecto recibió duros cuestionamientos. En mayo, la Asociación Internacional de Radiodifusión (AIR) reunida en Washington afirmó que la iniciativa pone en riesgo la libertad de prensa y objetó "la amplia discrecionalidad que se pretende otorgar a la Autoridad de Aplicación, controlada por el gobierno de turno, así como la falta de parámetros objetivos para el otorgamiento y renovación de las licencias".
Diario La Prensa ha escrito hoy (artículo sin firmar):
Cristina anunció el nuevo proyecto de radiodifusión que "pondrá a prueba la democracia"
27.08.2009 Consideró que el envío del proyecto es "una oportunidad histórica" para aportar "calidad institucional" que se produce cuando "las instituciones de la Constitución sirven al pueblo y solamente al pueblo, y no a otros intereses".
La presidenta Cristina Kirchner advirtió hoy que el tratamiento parlamentario del proyecto de ley de Servicios de Medios Audiovisuales "pondrá a prueba a la Democracia" y aseguró que defenderá la "libertad de expresión" de todos los argentinos, frente a "suprapoderes" mediáticos que ejercen la "libertad de extorsión" sobre los tres poderes de la República.
La primera mandatria expresó esas advertencias en un discurso transmitido por la cadena nacional en el que anunció el envío al Congreso del proyecto que sustituirá a la vigente ley de Radiodifusión, dictada en época de la Dictadura.
Ante un nutrido auditorio integrado por ministros, sindicalistas, periodistas y dirigentes de entidades defensoras de los derechos humanos, y con una manifestación de apoyo en la plaza de Mayo, la Presidenta advirtió que la "libertad de prensa no puede ser confundida con la libertad de los propietarios de la prensa" y sostuvo que es dominio de "cada uno de los ciudadanos del país".
En medio de una fuerte pulseada con grupos de medios periodísticos, la Presidenta sostuvo que "el derecho a la información significa el derecho a toda la información, no al ocultamiento de una parte de la información, o a la distorsión o manipulación de la otra parte".
La primera mandataria se preguntó por qué razón, desde que concluyó la dictadura militar, "ningún Poder Ejecutivo" democrático sancionó una ley que sustituya a la que se dictó entonces para el manejo de medios audiovisuales y lo atribuyó a "presiones" ejercidas sobre las instituciones.
En el Día de la Radiofonía, la Presidenta advirtió sobre la existencia de "suprapoderes" en el país que no están instituidos por la Constitución, y que según dijo, "tienen la suficiente fuerza para imponer y arrancar decisiones en cualquiera de los tres poderes (del Estado) a partir de la presión".
"Mientras se hablaba de superpoderes, había un suprapoder en la República Argentina, otros poderes sutiles y no tanto, que tienen la suficiente fuerza para imponer y arrancar decisiones en cualquiera de los tres poderes a partir de la presión", dijo, sin identificar a esos "suprapoderes".
Destacó en su discurso su "convicción" de que el tratamiento de la norma "pondrá a prueba a la Democracia", prueba de la que señaló su seguridad en que el sistema saldrá "victorioso".
Tras asegurar que la norma, que es duramente cuestionada por la oposición, propietarios de medios periodísticos y entidades internacionales como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), "apunta a consagrar la pluralidad".
Consideró que el envío del proyecto es "una oportunidad histórica" para aportar "calidad institucional" que se produce cuando "las instituciones de la Constitución sirven al pueblo y solamente al pueblo, y no a otros intereses".
La Presidenta recordó que el proyecto también busca rendir homenaje a "los periodistas desaparecidos durante la dictadura" e intenta permitir la inclusión en los medios de organizaciones no gubernamentales, universidades, cooperativas, pueblos originarios, al señalar que "un tercio" de esos medios estará dedicado a esa franja.
Definió la presidenta que "libertad de expresión no puede convertirse en libertad de extrosión, porque libertad de prensa no puede ser confundida con la libertad de los propietarios de prensa, y porque el derecho a la informacion significa el derecho a toda la información, no al ocultamiento de una parte de la informacion, o distorsión y manipulación de la otra parte".
"Porque en definitiva -agregó- libertad de prensa, libertad de expresión, derecho a la información, sus titulares no son los que tienen la noble función de ejercer el periodismo, tampoco está su titularidad en la cabeza de los propietarios de las grandes empresas periodísticas: están en la cabeza de todos y cada uno de los ciudadanos que conforman este país, que son los verdaderos propietarios de estos derechos".
Antes del discurso de la Presidenta, habló al nutrido auditorio que interrumpió en varias oportunidades los discursos con efusivos aplausos, el titular del Comité Federal de Radiodifusión (COMFER), Gabriel Mariotto, exhortó a los legisladores que tratarán el proyecto de ley que "cuando reciban presión" tomen en cuenta que tienen "un pueblo atrás que los está sosteniendo".
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Leí varios diarios, pero Clarin.com se llevó las palmas en cuanto a "tendencioso". Me gustó el resumen del Diario La Prensa, bastante neutro, sin revelar ninguna tendencia o por lo menos, no tan desagradablemente obvio como Clarín.
Lo realmente inexplicable del artículo de Clarín es que sostengan que la presidenta aludió a ellos todo el tiempo, pero sin decirlo. ¿Lo qué? Yo misma vi el discurso por You tube (en tres partes, paso los links: Parte 1 http://www.youtube.com/watch?v=5WzK4wakAvo Parte 2 http://www.youtube.com/watch?v=d2bg_qIpWxs Parte 3 http://www.youtube.com/watch?v=TK5eCRHsikc ) y debo decir que no aludió a Clarín, sino que dijo cosas como que libertad de prensa no puede ser confundida con la libertad de los propietarios de prensa, y otras cosas más que están reseñadas en el artículo de La Prensa.
Yo creo que hay ciertas deudas sociales de este gobierno, como por ejemplo, no puede ser que los minerales y metales se estén extrayendo como se están extrayendo y que no se paguen regalías como corresponde, encima si hablamos de productos no renovables, recursos que se van a acabar en algún momento, y que tenemos que defender. Pero sostener que el proyecto pone en riesgo la libertad de prensa, es absurdo.
Lo que pasa es que les arruinaron la fiesta a los que hacían de los medios y del cable un negocio, ésos que extorsionaban a los cables del interior con el cuento del futbol y otros cuentos. Es así. Hay gente que estaba ganando mucho dinero que luego de que se sancione esta ley (que se va a votar afirmativamente, acuérdense de mí) ya no va a ganar lo mismo, ni por asomo.
¿Yo, zurda? Sí, señor. No, señor. La libertad de pensamiento no es únicamente para los zurdos. Esta iniciativa tendría que ser aplaudida por todos, porque pretende darles voz a todos. Si yo quiero producir un programa que esté a favor del capitalismo salvaje, tengo que poder. Y si yo quiero producir un programa en el que pueda andar pregonando las bondades del cristianismo bien entendido, no esta bazofia de clase media y alta sobre "la pobreza de espíritu" y las huevadas extremas de andar vomitando y tragándome mi propio vómito para acercarme a Dios, u otras incomprensibles distorsiones del mensaje de Jesús... ¡tengo que poder hacerlo!
¡Todo vale! Vale que escupa en la cara al establishment, a los oligarcas. Ellos lo han hecho ya, por bastante tiempo. Ahora nos toca a nosotros, los otros.
martes, 25 de agosto de 2009
¿No sirve cualquier diálogo, Clarín?
25 de agosto. diario clarin.
No sirve cualquier diálogo
Por: Fernando Savater
Fuente: FILOSOFO ESPAÑOL
Como tantas, la palabra "diálogo" es equívoca: hay diálogos que empiezan "¿me das fuego?", y otros "¡dame la cartera!". No es inconsecuente valorarlos de modo distinto.
Cuando se dice que no habrá final dialogado con ETA no se pretende que si los terroristas admiten su fracaso y llaman a la puerta de la democracia para ofrecer el final de la violencia sólo se les podrá contestar por señas. Al "diálogo" del finiquito incondicional nadie se opone y ojalá llegue cuanto antes. Pero es cosa muy distinta responder a quien pregunta dónde deja las armas que a quien pretende que se le recompense de algún modo por dejarlas. Dialogar con los etarras sobre proyectos para Euskadi es tan prudente y aconsejable como discutir con los atracadores qué piensan hacer con el dinero que van a robar.
En el partido que jugamos contra ETA no hay empate posible: hace mucho que sabemos que los terroristas ganan siempre que no pierden, mientras que el Estado democrático pierde siempre que no gana. De modo que habrá que recurrir a la prórroga, a los penaltis, a cuanto haga falta y esté dentro de la ley... menos a eso que los interesados en la confusión llaman "diálogo".
Estuve presente en la concentración que hubo en Calvià frente al cuartel de
Copyright Clarín y Fernando Savater, 2009.
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Este artículo fue publicado por Clarin.com el 25 de agosto. Sólo quiero resaltar el hecho de que de repente, está bien que el diálogo no es posible con determinado tipo de personas... o por lo menos, eso tengo que pensar, que el grupo Clarín adhiere a ese pensamiento, puesto que le da el espacio a un "¿filósofo?" (porque tengo mis dudas sobre la calidad de filósofo de Savater, sin desmerecerlo, puesto que no todo el mundo es filósofo, aunque estudie y enseñe filosofía, y hay filósofos que ni estudiaron ni enseñaron la materia) para que publique y desarrolle esta idea, enmarcada, claro está en el ámbito neutro de la ETA. No neutro para los españoles, pero sí neutro para nosotros los argentinos porque no nos remueve la tierra de ninguna de nuestras tumbas.
Mi reflexión al respecto es: durante meses, antes de las elecciones de este año, le achacaron al gobierno su falta de diálogo con la oposición, como si fuera siempre posible y querible e incluso conveniente o necesario, el llegar a consensos por medio del diálogo. Y ahora, admiten por medio de la boca de Savater, que no todo diálogo/consenso es posible.
Habiendo estudiado retórica, yo sé que para que haya consenso, tiene que haber puntos de partida comunes, lugares comunes, axiomas, por decirlo de otro modo, que ambas partes compartan. Y tienen que tener una escala de valores compartida o al menos, no incompatible. Para dar un ejemplo mucho más claro que zanje una vez por todas mi opinión, déjenme que les diga esto. Yo, María Andrea Mollo, creo en Dios Padre Todopoderoso, en su Hijo Jesucristo y en el Espíritu Santo. Creo en la Santísima Trinidad. Es mi fe. ¿Cómo podría llegar a un consenso con alguien que no cree lo mismo? ¿Tendríamos que cuadrar en un medio? ¿Algo así como: "Ok, vos creé en Dios Padre solamente y yo también"? No, si no cree, no va a creer para llegar a un consenso. Sería falso. ¿Y si yo le mintiera y abjurara de mi fe? No lo haría nunca, pero ¿eso me hace tiránica? ¿eso me transforma en autoritaria?
Les doy otro ejemplo. ¿Qué pasaría si tuviéramos que discutir el aborto? Por mis creencias religiosas, para mí es inaceptable tomarlo como un buen acto. Con ello no quiero decir que voy a clavarle un hacha a la madre que aborta, cada uno sabe los motivos que lo llevan a hacer esto o aquello y yo no estoy pura de todo pecado como para andar señalando el pecado ajeno con el dedo. Pero si me pongo a discutir con alguien sobre aborto, el consenso no es posible, no puedo transar en nada. ¿Qué le voy a decir? ¿"No lo mates del todo, cortale nada más las piernas"? O se lo mata o no se lo mata. Y yo no pienso aceptar que se lo mate a un no nacido, ni siquiera en el terreno de la conversación.
Y otro ejemplo más candente: Si yo creo que es mejor para el país hacer una nueva ley de radiodifusión, y la otra persona no, ¿cómo van a llegar a un consenso?
Así que, sepamos diferenciar el consenso del respeto. Cuando el consenso no es posible, entra el respeto. Yo no puedo juzgar ni señalar con el dedo a quien piensa distinto que yo, tiene tanto derecho a hacerlo como yo.
Y aunque me da bronca la gente que anda repitiendo ideas de otros, sin elaborar las razones por las que adhiere, porque me parece que son totalmente irresponsables consigo mismos y con la sociedad a la que pertenecen, tengo que respetar su idiotez o cerrazón mental, mal que me pese, y por más que tenga ganas de gritarles en la cara que no pueden ser más idiotas me tengo que morder la lengua. ¿por qué? Porque hubo una época en la que yo fui una estúpida, y me conformaba con pensar en boludeces, y sin embargo, crecí. Pero no lo hubiera hecho si no hubiera habido personas a mi alrededor que fomentaron mi capacidad de pensamiento, no lo hubiera hecho nunca sola. Por eso, hay que tenerles paciencia a los estúpidos, y tratarlos bien, pero señalándoles, cada vez que se puede, todas las cosas que no están viendo.
Después de todo, nunca es tarde para cambiar.