domingo, 28 de diciembre de 2008
jueves, 11 de diciembre de 2008
Breve resumen del casamiento civil. Reflexiones.
Lo mejor de ese día fue que vino Fernando, el tío de Milton, desde España, sin avisarnos que iba a llegar ese día. Fue genial la sorpresa de Milton, que casi no podía reaccionar al principio.
Lo peor fue que casi llegamos tarde por culpa de Macri que había cortado varias calles para "arreglarlas" cuando ni siquiera estaban rotas, y nos habíamos tomado un taxi, tuvimos que bajarnos, correr, tomarnos otro, y llegamos justo sobre la hora en que teníamos que llegar. Nos casábamos 11.30 y llegamos exactamente a las 11.30 hs.
Mis reflexiones son sobre el casamiento en civil. Lo cierto es que al ser más íntimo, lo disfruté bastante, y tuve ocasión de emocionarme porque los testigos (Macarena, la hermana de Milton, y Esteban, mi hermano menor) dijeron unas palabras a instancias de la jueza de paz.
Para mí está mal que a los homosexuales se les niegue la posibilidad de tener un régimen ganancial si ellos así lo desean. Después de todo, el fundamento del régimen de bienes ganancial es básicamente el hecho de que ambos cónyuges realizan un esfuerzo compartido, y que así como les corresponden a ambos las cargas económicas, les deben corresponder a ambos los provechos económicos que logren mientras dura el matrimonio.
En cuanto a adoptar, la verdad es que si prueban que están aptos para criar un hijo, les pueden brindar un hogar y amor de padres, no tendría que negárseles adoptar del mismo modo que un matrimonio de hombre y mujer. Aunque hoy en día los solteros pueden adoptar, no sé si en la práctica los tribunales los consideran a la hora de repartir a los nenes. Suena feo, lo de "repartir a los nenes", pero ¿no es eso lo que hacen?
La religión y los fundamentalistas religiosos pueden negarse bajo la premisa de que el matrimonio es sagrado y que sólo Dios une, y que "hombre y mujer los creó", etc. Pero yo no hablo del sacramento del matrimonio. Obviamente que el sacramento cae bajo la esfera de lo moral. Yo no me juzgo apta para señalar a nadie con el dedo y menos a una pareja de homosexuales que tal vez estén más cerca de Dios que yo misma. Cuando digo que los homosexuales deberían poder casarse me refiero al casamiento civil. Tendría que existir protección legal para estas personas. El derecho es, antes que nada, regulador de conductas. No debe anteponer las ideologías a su tarea principal que es regular conductas. Pongamos un ejemplo evidente: matar es malo, para la ideología imperante. Sin embargo, no por eso el derecho deja de regular la conducta "matar". En el código penal establece penas para el que lo haga, y agravantes también. Aunque sea malo, existe, y por ende, debe regularse.
Si la ideología imperante considera malo que los homosexuales contraigan matrimonio, eso no va a hacer que los homosexuales dejen de existir ni dejen de irse a vivir juntos cuando así lo deseen. Si existe, debe regularse. En especial, en este caso, en el que el "perjuicio" a la sociedad es inexistente: los homosexuales, ¿disminuyen los ingresos del estado?, ¿atentan contra la salud pública?, ¿contaminan el medio ambiente?, ¿pervierten la moral de la juventud? No. Tinelli pervierte más a la juventud que los homosexuales, señoras y señores.
Sin regular esta conducta, no se beneficia a la sociedad tampoco, porque ¿tenemos superávit por no regularla?, ¿reducimos el smog?, ¿incentivamos la producción de las pymes?, ¿protegemos a la juventud de la perversión moral? ¡No! Y el regularla, efectivamente, no va a transformarnos a todos en homosexuales. Basta de homofobia, por favor. No soluciona nada.
Lo peor fue que casi llegamos tarde por culpa de Macri que había cortado varias calles para "arreglarlas" cuando ni siquiera estaban rotas, y nos habíamos tomado un taxi, tuvimos que bajarnos, correr, tomarnos otro, y llegamos justo sobre la hora en que teníamos que llegar. Nos casábamos 11.30 y llegamos exactamente a las 11.30 hs.
Mis reflexiones son sobre el casamiento en civil. Lo cierto es que al ser más íntimo, lo disfruté bastante, y tuve ocasión de emocionarme porque los testigos (Macarena, la hermana de Milton, y Esteban, mi hermano menor) dijeron unas palabras a instancias de la jueza de paz.
Para mí está mal que a los homosexuales se les niegue la posibilidad de tener un régimen ganancial si ellos así lo desean. Después de todo, el fundamento del régimen de bienes ganancial es básicamente el hecho de que ambos cónyuges realizan un esfuerzo compartido, y que así como les corresponden a ambos las cargas económicas, les deben corresponder a ambos los provechos económicos que logren mientras dura el matrimonio.
En cuanto a adoptar, la verdad es que si prueban que están aptos para criar un hijo, les pueden brindar un hogar y amor de padres, no tendría que negárseles adoptar del mismo modo que un matrimonio de hombre y mujer. Aunque hoy en día los solteros pueden adoptar, no sé si en la práctica los tribunales los consideran a la hora de repartir a los nenes. Suena feo, lo de "repartir a los nenes", pero ¿no es eso lo que hacen?
La religión y los fundamentalistas religiosos pueden negarse bajo la premisa de que el matrimonio es sagrado y que sólo Dios une, y que "hombre y mujer los creó", etc. Pero yo no hablo del sacramento del matrimonio. Obviamente que el sacramento cae bajo la esfera de lo moral. Yo no me juzgo apta para señalar a nadie con el dedo y menos a una pareja de homosexuales que tal vez estén más cerca de Dios que yo misma. Cuando digo que los homosexuales deberían poder casarse me refiero al casamiento civil. Tendría que existir protección legal para estas personas. El derecho es, antes que nada, regulador de conductas. No debe anteponer las ideologías a su tarea principal que es regular conductas. Pongamos un ejemplo evidente: matar es malo, para la ideología imperante. Sin embargo, no por eso el derecho deja de regular la conducta "matar". En el código penal establece penas para el que lo haga, y agravantes también. Aunque sea malo, existe, y por ende, debe regularse.
Si la ideología imperante considera malo que los homosexuales contraigan matrimonio, eso no va a hacer que los homosexuales dejen de existir ni dejen de irse a vivir juntos cuando así lo deseen. Si existe, debe regularse. En especial, en este caso, en el que el "perjuicio" a la sociedad es inexistente: los homosexuales, ¿disminuyen los ingresos del estado?, ¿atentan contra la salud pública?, ¿contaminan el medio ambiente?, ¿pervierten la moral de la juventud? No. Tinelli pervierte más a la juventud que los homosexuales, señoras y señores.
Sin regular esta conducta, no se beneficia a la sociedad tampoco, porque ¿tenemos superávit por no regularla?, ¿reducimos el smog?, ¿incentivamos la producción de las pymes?, ¿protegemos a la juventud de la perversión moral? ¡No! Y el regularla, efectivamente, no va a transformarnos a todos en homosexuales. Basta de homofobia, por favor. No soluciona nada.
Mi hermano me hace llorar
Manicura perfecta para la gran ocasión
Es oficial
martes, 2 de diciembre de 2008
Finale au silence
Hola...
Estoy contenta de estar finalmente escribiendo en mi blog, por más que esté en un locutorio abismal en el que no hay luz del sol ni sillas con respaldo sino unas banquetas ínfimas que apenas si pueden llamarse "asientos".
Comento que la lluvia del viernes 28 de noviembre me robó la posibilidad de tener Internet instalado en casa. ( ¿Vieron que hay gente que le dice "la internet"? Para mí es "linternet", ni siquiera me atrevería a darle un género masculino. Pero en este idioma castellano -me niego a decirle español por principios- no existen los sustantivos neutros -¿por qué no, si son tan útiles?- así que o bien es "El internet" o "La internet", y yo no sabría qué género adjudicarle).
Tengo que esperar a mañana miércoles 3 de diciembre a que vengan los técnicos del cable. Y entonces ya estaremos listos, mi marido y yo.
Sí, ya ocurrió el gran evento del cambio de estado civil; ya no soy más doña rosita la soltera y el lenguaje de las flores se me olvidó. La verdad es que la ceremonia fue hermosa; y muy divertida también gracias al sacerdote extranjero que no sabía decir el nombre de mi esposo y decía, todo el tiempo, "Miltón" en vez de acentuar la primera sílaba. Y no satisfecho con ese cambio, le agregó el pronunciar la "t" casi como una "ch". Pueden imaginar las risas de todos los que conocíamos a "Miltón" desde antes. Inclusive el mismísimo "miltón" tuvo que reírse con el cambio ya que ¿qué otra opción le quedaba? ¿Matar al cura hindú?
Porque ésa era otra: era hindú el buen hombre y había que explicarle todo puesto que su castellano no era el mejor de los castellanos sino que tambaleaba en varias oportunidades en el uso del idioma.
Obviamente como no es mi casa no puedo postear ninguna foto pero he recibido muchos cumplidos referentes a mi atuendo, peinado, maquillaje, etc y por ende puedo decir con tranquilidad que me veía bien. Ya lo podrán corroborar cuando vean la prueba documental.
Fue re lindo que venga Vani, mi amiga de la infancia... después de eso, no respondió más mis mails pero sospecho que tuvo que ver (Vani, en realidad lo sospecho, jajajaj) con el hecho de que el alcohol no le sentó bien y le da vergüenza ese hecho. No te preocupes, no es motivo de oprobio, hoy en día somos todos mucho más abiertos mentalmente aunque queden sueltos algunos dinosaurios que sostengan que "si la mujer está pasada de copas queda peor que un hombre".
A los machistas inveterados les recuerdo lo siguiente: que los hombres, consuetudinariamente, se hayan acostumbrado a excusarse de su propia imbecilidad, no los hace menos papeloneros que a las mujeres que beben un poco de más al igual que ellos.
Si la sociedad es permisiva con esos grandulotes pelotudos que no tienen autocontrol, no debería reprimir a las mujeres por el mismo comportamiento. Es igual de malo si lo hace un hombre y es igual de lastimero y penoso el hombre que hace el ridículo, que la mujer en la misma situación.
Así que habiendo expresado mi opinión, me despido de mis fieles amigos y o lectores de países distantes.
En algún momento de esta semana estaré subiendo al blog las... ¡fotos del casamiento! y las... ¡fotos de la luna de miel!
Chau chau
Estoy contenta de estar finalmente escribiendo en mi blog, por más que esté en un locutorio abismal en el que no hay luz del sol ni sillas con respaldo sino unas banquetas ínfimas que apenas si pueden llamarse "asientos".
Comento que la lluvia del viernes 28 de noviembre me robó la posibilidad de tener Internet instalado en casa. ( ¿Vieron que hay gente que le dice "la internet"? Para mí es "linternet", ni siquiera me atrevería a darle un género masculino. Pero en este idioma castellano -me niego a decirle español por principios- no existen los sustantivos neutros -¿por qué no, si son tan útiles?- así que o bien es "El internet" o "La internet", y yo no sabría qué género adjudicarle).
Tengo que esperar a mañana miércoles 3 de diciembre a que vengan los técnicos del cable. Y entonces ya estaremos listos, mi marido y yo.
Sí, ya ocurrió el gran evento del cambio de estado civil; ya no soy más doña rosita la soltera y el lenguaje de las flores se me olvidó. La verdad es que la ceremonia fue hermosa; y muy divertida también gracias al sacerdote extranjero que no sabía decir el nombre de mi esposo y decía, todo el tiempo, "Miltón" en vez de acentuar la primera sílaba. Y no satisfecho con ese cambio, le agregó el pronunciar la "t" casi como una "ch". Pueden imaginar las risas de todos los que conocíamos a "Miltón" desde antes. Inclusive el mismísimo "miltón" tuvo que reírse con el cambio ya que ¿qué otra opción le quedaba? ¿Matar al cura hindú?
Porque ésa era otra: era hindú el buen hombre y había que explicarle todo puesto que su castellano no era el mejor de los castellanos sino que tambaleaba en varias oportunidades en el uso del idioma.
Obviamente como no es mi casa no puedo postear ninguna foto pero he recibido muchos cumplidos referentes a mi atuendo, peinado, maquillaje, etc y por ende puedo decir con tranquilidad que me veía bien. Ya lo podrán corroborar cuando vean la prueba documental.
Fue re lindo que venga Vani, mi amiga de la infancia... después de eso, no respondió más mis mails pero sospecho que tuvo que ver (Vani, en realidad lo sospecho, jajajaj) con el hecho de que el alcohol no le sentó bien y le da vergüenza ese hecho. No te preocupes, no es motivo de oprobio, hoy en día somos todos mucho más abiertos mentalmente aunque queden sueltos algunos dinosaurios que sostengan que "si la mujer está pasada de copas queda peor que un hombre".
A los machistas inveterados les recuerdo lo siguiente: que los hombres, consuetudinariamente, se hayan acostumbrado a excusarse de su propia imbecilidad, no los hace menos papeloneros que a las mujeres que beben un poco de más al igual que ellos.
Si la sociedad es permisiva con esos grandulotes pelotudos que no tienen autocontrol, no debería reprimir a las mujeres por el mismo comportamiento. Es igual de malo si lo hace un hombre y es igual de lastimero y penoso el hombre que hace el ridículo, que la mujer en la misma situación.
Así que habiendo expresado mi opinión, me despido de mis fieles amigos y o lectores de países distantes.
En algún momento de esta semana estaré subiendo al blog las... ¡fotos del casamiento! y las... ¡fotos de la luna de miel!
Chau chau
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