sábado, 10 de mayo de 2008

Los líos de Benedicto

Entre mis "papeles" encontré esto. ¿Se acuerdan del escándalo que se armó por lo que dijo Benedicto XVI en la universidad de Teología no-se-cuál de Alemania? Sí, esas palabras que casi generan una guerra entre los cristianos y los musulmanes... Encontré una reflexión mía de esa época y sobre este tema.

Voy a compartirla con uds:

Este mes alocado, septiembre, ha dado al mundo más de una sorpresa. Desde el desafortunado atentado a las Torres Gemelas, hasta los menos afortunados dichos de nuestro Rottweiler cosecha 1927, Benedicto XVI, muchas otras cosas importantes sucedieron en septiembre. Como por ejemplo, el nacimiento de Manuel Mujica Lainez, el 11 de Septiembre de 1910.

Sin embargo, para continuar mi tradición de hablar sobre Benedicto (a quien le escribí un mail para hacerle pedidos varios, mail que no respondió ni siquiera de modo automático, diciendo “Dios te bendiga y te dé la gracia” o algo por el estilo, muy fácil de implementar), quiero comentar sobre los sucesos que desembocaron en el gran quilombo que la prensa tanto se regodea en comentar.

Sí, quiero comentar el discurso que hizo en Alemania, en la universidad de Regensburg, el día 12 de septiembre de 2006. Antes que nada, voy a proveer el link de su discurso completo, el cual, lamentablemente, sólo tiene versiones en inglés, alemán e italiano. Éste es en inglés:

http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/speeches/2006/september/documents/hf_ben-xvi_spe_20060912_university-regensburg_en.html

Leí sobre este tema por primera vez en el diario Le Monde, el 14 de septiembre. Luego, el sábado 16, volví a leer nuevamente sobre el tema en el diario clarín, y el día de hoy, 18 de septiembre, también lo hice. En el diario inglés “The Guardian”, y en “The New York Times”. En todos los diarios se decía que las palabras usadas por el papa habían causado indignación en el mundo musulmán. Le Monde sostuvo que el discurso de Benedicto (muy filosófico, como lo calificó) sobre la fe y la razón, “había implícitamente denunciado la relación del Islam con la violencia, y su carencia de vínculo con la razón, contrariamente, según él, al cristianismo”. (El artículo se llama “Emoi dans le monde musulman après les propos de Benoît XVI sur l’islam”, de fecha citada previamente). Al leer esto, suspiré, y negué tristemente con la cabeza. La prudencia de este hombre, pensé, se había ido de paseo cuando hizo semejante discurso.

Pero luego el sábado volví a leer en el diario clarín un artículo sobre el tema, que decía más o menos lo mismo. Lo llamativo, pensé, fue que ninguno de los dos diarios se había tomado el trabajo de citar textualmente el discurso, en ambos había una paráfrasis que viniendo de parte de medios masivos de comunicación, me resultaba por sí sospechosa. ¿Y si las palabras de Benedicto no eran tan chocantes como las pintaban ellos? ¿Y si era una difamación al pobre hombre, una interpretación que desvirtuaba y sacaba de contexto lo que él había dicho? Tenía que juzgar por mí misma: tenía que leer las palabras exactas de Benedicto. Así que emprendí una búsqueda de Google para hallarlas, pero Google me decepcionó. Encontré muchos artículos sobre el tema, pero ningún link al discurso directamente.

Casi me había rendido, luego de bucear media hora a través de las mareas de resultados irrelevantes, cuando se me ocurrió buscar en la página de la Santa Sede. Dentro de ella, tardé aproximadamente dos minutos en encontrar el discurso. Sintiéndome realmente astuta, procedí a leerlo.

Las palabras tan polémicas fueron, en su versión en inglés, las siguientes (no se preocupen, luego las traduciré al castellano): “… In the seventh conversation (*4V8,>4H - controversy) edited by Professor Khoury, the emperor touches on the theme of the holy war. The emperor must have known that surah 2, 256 reads: "There is no compulsion in religion". According to the experts, this is one of the suras of the early period, when Mohammed was still powerless and under threat. But naturally the emperor also knew the instructions, developed later and recorded in the Qur'an, concerning holy war. Without descending to details, such as the difference in treatment accorded to those who have the "Book" and the "infidels", he addresses his interlocutor with a startling brusqueness on the central question about the relationship between religion and violence in general, saying: "Show me just what Mohammed brought that was new, and there you will find things only evil and inhuman, such as his command to spread by the sword the faith he preached". The emperor, after having expressed himself so forcefully, goes on to explain in detail the reasons why spreading the faith through violence is something unreasonable. Violence is incompatible with the nature of God and the nature of the soul. "God", he says, "is not pleased by blood - and not acting reasonably (F×< 8`(T) is contrary to God's nature. Faith is born of the soul, not the body. Whoever would lead someone to faith needs the ability to speak well and to reason properly, without violence and threats... To convince a reasonable soul, one does not need a strong arm, or weapons of any kind, or any other means of threatening a person with death...". (…)”

Traducción:
“…En la séptima conversación, editada por el profesor Khoury, el emperador aborda el tema de la guerra santa. El Emperador debe haber sabido que el surah 2, 256 dice: “No hay compulsión en la religión”. De acuerdo a los expertos, éste es uno de los surahs del primer período, cuando Mahoma no tenía poder y estaba bajo amenaza. Pero naturalmente el Emperador también conocía las instrucciones desarrolladas luego y recogidas en el Corán que conciernen a la guerra santa. Sin ahondar en detalles, tales como la diferencia de tratamiento acordada a aquellos que tienen “el Libro” y los “infieles”, se dirige a su interlocutor con una brusquedad llamativa sobre la relación entre la religión y la violencia en general, diciendo: “Sólo muéstrame qué trajo Mahoma que fuera nuevo, y encontrarás allí cosas únicamente malignas e inhumanas, como su orden de propagar por medio de la espada la fe que predicaba.” El emperador, luego de haberse expresado con tanta fuerza, continua explicando en detalle las razones por las que es irrazonable propagar la fe a través de la violencia. La violencia es incompatible con la naturaleza de Dios y la naturaleza del alma. “Dios”, dice, “no se complace en la sangre – y no actuar razonablemente es contrario a la naturaleza divina. La fe nace del alma, no del cuerpo. Quien quiera guiar a alguien hacia la fe necesita la habilidad de hablar bien y razonar con propiedad, sin violencia y amenazas… Para convencer a un alma razonable, no se necesita un brazo fuerte, ni armas de ningún tipo, ni ningún otro modo de amenazar con la muerte…”

Primero, quiero decirle a nuestro Rottweiler, que podría haber dicho lo mismo sin citar al Emperador Manuel no-se-cuánto, y segundo, si lo quería citar, ¿por qué no dejó en claro, taxativamente y a prueba de malintencionados, que ésa no era su opinión?

Querido Benedicto, la prudencia es una de las virtudes cardinales, según nuestro Doctor Angélico (¿quién inventa estos apodos cuasi oficiales?) Santo Tomás de Aquino. Tal vez podrías releer la Summa para encontrar algunos consejos. Lo digo sin ánimos de ofender… nuestro mundo es tan violento y tan injusto. Mucha gente guarda en su pecho rencores que datan desde hace décadas, incluso siglos, por abusos sistemáticos de ciertos pueblos sobre otros, abusos que se hacen en nombre de ideales altruistas como la libertad, y la defensa de la democracia. Y que sólo dan como resultado miseria, injusticia, y explotación económica. En este escenario actual, es necesaria toda la prudencia que se pueda ejercitar. Especialmente para alguien que está en la posición de Vicario de Cristo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En un mundo en donde los tiempos se viven muchisimo mas rapido de lo que la mente puede razonar, en un mundo donde la informacion invade tan repentinamente que termina volviendose solo datos "desinformantes", cabe pensar que uno no pueda tomar prudencia. Es mas, diria que hasta es una virtud casi perdida en los tiempos modernos.
Lo que mas me hace meditar es enfrentarme cara a cara con la parte humanizada de una institucion que se forma sobre bases divinas. Tal vez esta evidencia nos permita imaginarnos y concientizarnos de las tantas otras cosas que marcaron nuestra historia con esos siglos de abusos, miserias y sufrimiento. Tal vez es hora e discriminar las enseñanzas e interpretaciones humanas y empezar a pensar algo mas nosotros. Tal vez es hora de que dejemos de comprar las ideas procesadas, masticadas y digeridas.

Gracias Andre por el escrito...me dio un cable a tierra y un buen tema en que pensar.

Unknown dijo...

Bini, gracias por tu comentario. Paseate más seguido por acá...