jueves, 10 de julio de 2008

La total y absoluta verdad sobre la escatología

No voy a hablar sobre el fin de los tiempos. Es un tema interesante, supongo, para ciertos creyentes... pero para mí no, al menos no todavía.

"Escatología" Quiere decir "fin de los tiempos" ¿No es así? Sí, es así. Pero también sucede que "escatología" también significa "burdo, relativo a las funciones corporales". O sea, escatológico es "mover el vientre", el "tránsito lento" que tan de moda se ha puesto gracias a Activia, el inocente "hacer caca" de los nenes, el simple verbo "cagar" que por alguna razón no es fino, el eufemismo "ir al baño", "mover el intestino", "echarse un garco", "ir de cuerpo"... creo que basta por ahora con los sinónimos que di.

Es gracioso que la misma palabra signifique "fin de los tiempos" y "cagar". El inconsciente colectivo los confunde, tal vez (y sólo es suposición mía) porque hay veces en las que uno caga y en realidad parece que el mundo se acaba ahí mismo. Un amigo mío comentaría acerca de esas ocasiones sólo con una palabra: "Jodido".

Y sí, esas veces son complicadas. Quién no lo vivió. Es realmente el fin de los tiempos, o al menos durante esos sesenta segundos que parecen décadas en los que uno suda frío y se retuerce del dolor, el fin de los tiempos es apenas un inconveniente menor comparado a ese momento espantoso.

Hace muy poco le sucedió algo escatológico en el baño a una compañera mía de trabajo. Yo me estaba preparando para hacer mi asunto (eufemismo de que tenía que cagar); no voy a detallar qué es prepararme, pero sepan (y que les baste saber esto) que no tiene que ver con Yoga sino con que no hay bidet.

En el baño de mi trabajo no hay donde esconderse: hay tres inodoros y están separados por un durlock que ni siquiera va de piso a techo. Ahí no hay modo de disimular ningún ruido ni ningún olor.

Un hombre pensaría probablemente: "¿para qué querés disimular?". Pero el varón en su simpleza esencial no comprendería jamás que a una mujer le da vergüenza su propia mierda.
No, corrijo: a una mujer le da vergüenza que otras personas sepan que ella está cagando mientras lo está haciendo.

El tema de ir al baño es casi un tabú para muchas mujeres. Incluso, a mí me llevó cinco años el poder sentarme a cagar en frente de mi novio, mientras que él pudo hacerlo al poco tiempo de salir conmigo. No recuerdo la primera vez que lo hizo, la verdad. Prefiero por otro lado recordar otros episodios de nuestro noviazgo, como nuestro primer beso y no la primera vez que cagó adelante de mí.

Está todo bien, todo el mundo sabe que las mujeres cagan y las mujeres saben que el mundo entero lo sabe, pero una cosa es comportarse como una Lady Di y fingir que eso de cagar es una minucia, una nada, una insignificancia... y otra muy distinta es experimentar un momento escatológico en un baño sin intimidad donde una compañera tuya de trabajo se está dando cuenta que la que caga y sufre sos vos.

Me dio mucha pena mi compañera. Se tiró montones de pedos (no pudo evitarlo, se ve), el sorete pionero hizo el ruido de "plop" mientras caía al agua del inodoro, y los restantes se alternaron con pedos y "plops" casi como un ballet. A mí me daba pena porque yo había logrado hacer exactamente lo mismo que ella (o sea, cagar; me obligo a decirlo) pero sin el ballet (es decir que había podido mantener una porción intacta de mi calidad de lady mientras que ella había quedado totalmente despojada de ella). Incluso tardé más en terminar, pero fui una especie de "Kaizer Soze" mientras duró. Eficiente. Rápida. Silenciosa. Tiré la cadena y salí del baño como un agente secreto del arte milenario de cagar.

Ella seguía allí. Se había lavado las manos y ahora estaba cepillándose los dientes. Me dijo "Disculpame, Andrea, pero estoy con una descompostura muy fuerte". Yo le dije "No tenés por qué disculparte. No sé por qué a las mujeres nos da tanta vergüenza ir al baño, pero te entiendo porque me pasa lo mismo". Tuve la tentación de confesar que yo había hecho lo mismo que ella pero... Dios mío, ¡me dio vergüenza! ¡Una dama no habla de su mierda, si lo hace es porque está gagá y tiene problemas de constipación! Me contuve, no podía echar a perder a la "Gran Movida Kaizer Soze" que había logrado. Ella me respondió "Tenés razón, pero a mí me da vergüenza, no puedo evitarlo". Y yo entonces le dije "Pero es algo natural, somos unas tontas en esto". Ella asintió, y dijo "Sí, además, es algo natural en un baño. Uno va al baño para eso". Y después dijo algo más como que estaba muy descompuesta y que no sabía si podría aguantarse en la reunión.

A mí me causó gracia al principio, pero después me horroricé. ¿Quién enseñó a las mujeres a ser así? ¿Nuestras madres? ¿La pacatería es algo que se hereda, como el color de ojos o los rulos? ¿Hay alguna sociedad secreta destinada a perpetuar la cultura femenina de la vergüenza?

Juro que al día de hoy sigo preguntándomelo. No tengo respuestas, apenas si tengo un compromiso asumido por concientizar a las mujeres del mundo a ser menos vergonzosas con su mierda. No digo que la amen, pero tampoco actúen como si estuviera mal que exista... por favor. No me dejen sola.

1 comentario:

Henrieta R. Hipo dijo...

Nunca me había puesto a pensar en esto pero es cierto.
Igualmente creo que los hombres toman las cuestiones escatológicas como algo placentero y por eso no tienen problema para cagar en cualquier lado. Para muchos hombres ir a cagar es un ritual, un placer incomparable con cualquier otro. Para todas las demás mujeres no sé, pero para mi es un trámite que disfruto cuando tengo ganas y nada más.
Creo que es una cuestión de genero nada más. Fijate que no conozco ningún hombre que tenga algún problema con cagar en un baño desconocido, en cambio sí conozco muchas mujeres (incluyendome) que pueden reventar por dentro si no están en su baño o, peor, están en un baño público. Ahí la vergüenza se vuelve más fisiológica: no sale y punto

Besos!
Gracias por el link :)