jueves, 3 de enero de 2013

Gratas sorpresas

Cada tanto, las elecciones que tomaste de modo cotidiano te traen una consecuencia novedosa e inesperada. Así me sucedió cuando me topé con una reseña de la vida de Klimt hecha por un bloguero que sigo, y gracias a él me enteré de que tres de las pinturas del austríaco se consumieron en un incendio: Filosofía, Medicina y Jurisprudencia. Buscando en Internet, encontré fotos (lamentablemente, en blanco y negro) de las tres y me asomé a un mundo mágico: ése que existe dentro de una verdadera obra de arte. Y aclaro que las verdaderas obras de arte son aquellas en las que existencia, pensamiento, emoción y acción confluyen en una misma cosa, con simultaneidad real de espacio y tiempo.
 
La obra "Filosofía" es gloriosa. Mirarla es observar la eternidad, entendiendo eternidad no como omnipresencia, sino como nosotros podemos entenderla, que es a modo de supresión del "yo", ese "yo" que radica en la autopercepción, en una separación entre pensamiento y acción, o para que quede más claro, entre pensamiento y el ser que es, o está siendo. Para explicarme mejor, cuando miré esa obra, vi que en ella había unidad entre emoción, pensamiento y ser, que la obra misma era pensamiento y emoción y ser.
 
Me voló la cabeza. Tanto, que me hizo incluso pensar en qué consiste ser hombre, en cómo nos relacionamos con el misterio del mundo, y creo que lo hacemos porque un buen día, creyendo que con eso ganábamos una ventaja, empezamos a dar un giro sobre nuestras propias facultades de pensamiento (no en ellas, sino sobre ellas) y nos dimos cuenta de que estaban allí, y a partir de ese momento perdimos la unión con la eternidad, dado que le pusimos un antes y un después a todo lo que pensamos, una ligazón de causas y consecuencias. ¿Será eso el pecado original? Sucede en cada hombre, porque hay un punto en el que todos dejamos de actuar-pensar con imágenes, para pensar con conceptos y divorciadamente de nuestro accionar. Aunque raramente y muy de tanto en tanto, algo nos recuerda esa unidad de emoción y pensamiento y ser.
 
Así que, en el día de hoy, me dedicaré a disfrutar de esta grata sorpresa.

1 comentario:

Ayenet dijo...

Klimt uno de mis favoritos... voy a buscar estas obras que mencionas...